Leonidas Irarrázaval

Matrimonio real, un misterio gozoso

Hace algún tiempo la Iglesia Católica agregó algunos misterios gozosos al santo rosario. Hizo muy bien porque la religión es actualmente algo alegre y esperanzador, alejada cada vez más de las condenas y suplicios de la Inquisición y otras rémoras del pasado.

Por: Leonidas Irarrázaval | Publicado: Martes 3 de mayo de 2011 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Leonidas Irarrázaval

Leonidas Irarrázaval

Hace algún tiempo la Iglesia Católica agregó algunos misterios gozosos al santo rosario. Hizo muy bien porque la religión es actualmente algo alegre y esperanzador, alejada cada vez más de las condenas y suplicios de la Inquisición y otras rémoras del pasado.

El anuncio del matrimonio de Kate y William, así nos atrevemos todos a llamarlos, fue también el comienzo de un misterio gozoso para el Reino Unido y Europa continental, así como para el resto del mundo. Más de dos mil millones de personas madrugamos, como en Chile, o trasnochamos y nos desvelamos en otras partes de la Tierra para poder ver el matrimonio.

La pregunta es la siguiente: ¿Era necesario o lógico hacerlo? ¡Por supuesto que no! ¿Por qué debería importarnos a los chilenos, chinos, japoneses, indonesios, etc. ¿El matrimonio del segundo en el orden sucesorio del trono inglés? Le quedan muchos años de espera para ser rey. Por lo tanto, no es algo para interesarnos, menos en nuestro último rincón del mundo tan alejado de las monarquías, de la nobleza y otros acontecimientos sociales universales. Creo que lo último notable que pasó en Chile, además de los terremotos y el rescate de los 33 mineros, fue la visita de Juan Pablo II, hace más de dos décadas.

Sin embargo, un acontecimiento gozoso, cualquiera que sea, le viene bien al mundo. La Tierra está sacudida por desastres naturales de todo tipo. Además, en este momento de la Historia, todo el Norte de Africa y el Medio Oriente están convertidos en un verdadero volcán de revoluciones, alzamientos y guerras civiles sin fin, como en Libia y Siria, para citar sólo algunos ejemplos. ¿Qué pasará allí? Nadie lo sabe ni se atreve a formular un oráculo sobre el destino o la dirección de todas esas regiones y sus repercusiones. Quizás habría que preguntarle a WikiLeaks y hacer todo lo contrario de lo que indiquen los informantes oficiales de Estados Unidos.

Por ello nos alegró habernos amanecido el 29 de abril, para ver tantos fastos, gente y objetos lindos, carrozas, caballos y todo lo demás, incluyendo a los invitados que parecían disfrazados. Algo así como en el carnaval de Venecia, con un clima algo mejor y menos frío.

¿Cuánto durará el flamante matrimonio, la espera por el trono y la propia monarquía? Lo que Dios quiera. Pero no olvidemos lo que dijo un ex rey: “Con el tiempo sólo permanecerán los reyes de los naipes y los de Inglaterra”. Ojalá esta alegría dure lo más posible. Es importante que así sea para seguir contando con otros misterios tan gozosos como este matrimonio inglés recién realizado en Londres y que fue tan largamente esperado, al menos por la novia.

Lo más leído